Por Paula Martínez
Fueron ocho productores los que se involucraron en el proceso de Mercados Campesinos desde el año 2007, ahora son 40 quienes están llevando a los Mercados presenciales papa, fríjol y cebolla, entre otros productos. La organización del campesinado ha logrado conseguir el apoyo de la alcaldía para transportar los productos hasta Bogotá, pero esta no hubiese sido posible sin el liderazgo de Luz Herminda Velásquez.
Luz Herminda Velásquez
Luz Herminda es campesina de la vereda La Estrella, del municipio de Cáqueza. Es presidenta de la Asociación municipal de Usuarios Campesinos (AMUC), y también es promotora del Comité Campesino Municipal de Mercados Campesinos.
Fomentando el sentido de pertenencia, combatiendo el individualismo, promoviendo la asociatividad, exigiendo el cumplimiento de los derechos para el campesinado, Luz Herminda ha logrado involucrar a mujeres, madres cabeza de hogar y jóvenes de su municipio en el proceso.
“Para nosotras, Mercados Campesinos ha procurado un gran cambio de vida, porque había algunas que casi ni salíamos de la casa, algunas que sólo salían cuando tenían que ir al médico. Había mucho machismo, los hombres decían que no servíamos para los negocios. Muchas mujeres se quedaban en la casa sufriendo al no poder conseguir su platica directamente para resolver sus propias necesidades, al depender de sus esposos y verse obligadas a rendirles cuentas todo el tiempo. Ahora ya no dependemos mucho de ellos. Los hombres se han dado cuenta que contamos con gran fortaleza y que somos echadas para adelante; han visto que nosotras no sólo pedimos sino que también aportamos, favoreciendo el fortalecimiento de nuestras familias”, cuenta la lideresa.
En cuanto a los jóvenes, Luz Herminda se ha encargado de mostrarles que con el apoyo de la ADUC, pueden seguir estudiando sin abandonar el campo. “Les dije que ellos también pueden cultivar nuestro alimento para no tener que ir a mendigarlo y que con las capacitaciones cada día pueden aprender más”, afirma.
Como resultado en Cáqueza los jóvenes ahora piden que se abran más puntos de venta en Bogotá, para duplicar su participación en la venta directa al consumidor. “Da mucha alegría ver que nuestros hijos nos están acompañando en la venta de nuestros productos y que ya no tienen miedo de ir a sacar las papas, la cebolla para ofrecerlas al público”, dice. Y agrega que “a través de conferencias y talleres hemos aprendido sobre la agricultura orgánica y a alimentarnos con estos mismos productos. Esto nos ha servido para concientizar a nuestros consumidores sobre la importancia de consumir menos químicos que están destruyendo nuestras vidas. Ellos a su vez han confiado en nosotros y nos piden que los Mercados se den con mayor frecuencia para llevarles nuestros productos frescos.”
Para Luz Herminda “la paz no se consigue sólo con palabras sino con hechos, se logra fortaleciendo al campo, porque la violencia se cría donde no hay recursos económicos. Los hijos miran la vida que les brinde oportunidades, pero hay muchas ofertas que vienen con engaños para los campesinos, llevándolos en ocasiones a ser traficantes, por ejemplo.” Esta lidereza ha encontrado en el proceso una posibilidad que -aunque aun debe ser reforzada- permita a los jóvenes permanecer en el campo.
Y concluye que “a través de los Mercados Campesinos hemos fortalecido la economía campesina, y en el transcurso ha sido maravilloso porque nos reunimos, trabajamos juntos, exploramos estrategias, pasamos proyectos a la alcaldía y recibimos apoyo de ILSA, la ADUC y la SDDE, entre otras más”.
Alba Yolima Benito Clavijo
Alba Yolima es concejala de Cáqueza y habita en la vereda Placitas del mismo municipio. Ha apoyado el proceso de Mercados Campesinos desde el año 2008 cuando resultó electa. A ella le fascina trabajar con el sector campesino y además se considera parte de ellos. Resalta que desde su cargo como concejala, ha podido apoyar, colaborar y defender el proceso frente a la administración municipal, como puente de acercamiento.
“He visto y soy partícipe del cambio que se ha generado en la comunidad, cómo los campesinos empezaron un poco limitados en su hablar y en su actuar, y cómo ahora se han venido empoderando. Eso es lo que más rescato y apoyo, el empoderamiento, no solamente del proceso de Mercados Campesinos sino de sus vidas mismas. Es ver cómo una persona que antes no dialogaba, no actuaba ni siquiera en lo personal, ahora defiende un proceso; cómo el mismo viajar, el hablar e intercambiar con otras comunidades ha fortalecido a las personas”, cuenta Yolima.
Para ella, ser testiga del esfuerzo que los productores hacen en su municipio, llegando desde sus veredas hasta el punto de encuentro en el parque central de Cáqueza a las 3 de la mañana, transitando trochas y vías en mal estado, muchos de ellos sin dormir, resulta un ejemplo de compromiso y trabajo colectivo. En algunas ocasiones ha tenido la oportunidad de acompañarlos a los Mercados presenciales en la Plaza de Bolívar, enriqueciéndose con experiencias de vida. “Me he fortalecido como persona al ponerme en los zapatos de los demás, haciendo lo posible por colaborarles”, sostiene.
Además de su acompañamiento, Yolima ha conseguido las canastillas para transportar los alimentos, gestionando la solicitud frente a la Secretaria de Agricultura del departamento de Cundinamarca, lo cual ha permitido “reemplazar el típico costalito” mejorando las condiciones en las que llegan los alimentos al consumidor.
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