En los parques Villa Luz y El Carmelo, en Engativá y, en el Fundacional de Fontibón, se llevaron a cabo tres de los diez mercados campesinos presenciales el 16 de octubre pasado. A estos acudieron cientos de bogotanos en busca de alimentos frescos, de mejor calidad y a precios más cómodos. También campesinas y campesinos provenientes de diferentes municipios de la región central para comercializar sus productos y visibilizar al campesinado como sector clave en el abastecimiento de alimentos de la capital.
Con presentaciones musicales y teatrales, degustaciones, alegría y sobre todo mucha comida, los Mercados Campesinos celebraron el Día Mundial de la Alimentación, dejando el interrogante de qué clase de alimentos consumimos los bogotanos y a qué precio, lo cual indica que son muy pocos los que disfrutan del derecho a una alimentación de calidad y balanceada.
La fiesta de los alimentos en Engativá y Fontibón
La jornada arrancó a las 8 de la mañana con una amenazante llovizna. No obstante, cientos de personas arribaron al Parque de Villa Luz para adquirir los alimentos frescos y de primera mano. La oferta estuvo compuesta por verduras, frutas, especias, alimentos procesados y deliciosos platos para todos los gustos. También se contó con la participación de los grupos musicales “Los Independientes” de Villa Pinzón y “Armonía Colombiana” de Villa Luz, los cuales amenizaron el espacio con música campesina de la región cundiboyacense.
En el parque El Carmelo, ubicado en Álamos Norte, el mercado estuvo visitado por gran cantidad de habitantes de la localidad y por habituales compradores, quienes señalaron la satisfacción de la existencia de estos espacios por la calidad de los alimentos y los buenos precios. En el transcurso de la jordana se dio la presentación del grupo "Aires de Sicha", proveniente del municipio de Guasca (Cundinamarca).
El parque Fundacional de Fontibón fue el lugar en el que se llevó a cabo el mercado, al cual asistió gran cantidad de personas provenientes de diferentes localidades a adquirir los alimentos y a consumir los ricos platos que se ofrecieron allí. Artistas y músicos de la localidad fueron los encargados de amenizar el espacio.
Jornadas como estas dan cuenta de la importancia del campesinado para la cuidad, ya que gozar de buenos precios, alimentos de calidad y variedad, permite reconocer al sector campesino como actor esencial en el abastecimiento de alimentos para la capital y en una herramienta clave para garantizar el derecho a la alimentación de los capitalinos y de las familias campesinas. Además, permitir el intercambio y recordatorio de la cultura campesina, aquella de la música guasca, del sombrero y la ruana, y del trabajo en familia.
Por su parte, los campesinos reconocen la experiencia de este proceso como algo de gran importancia, ya que les ofrece oportunidades de participación, visibilización, comercialización y sobre todo aprendizaje e intercambio con la ciudad.
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